Obras en España


Sert trabajó principalmente en el entorno de Barcelona, dejando diversas obras: la decoración del Salón de Pasos Perdidos del Palacio de Justicia de Barcelona (1908); la sala de baile de la residencia del marqués de Alella en la Rambla (1910); las alegorías de la Primera Guerra Mundial que realizó en 1917 para el millonario americano Charles Deering en su palacio Maricel de Sitges, de inspiración wagneriana; las pinturas de temática catalana que ejecutó en 1927 para el domicilio barcelonés de Francesc Cambó; los dos plafones sobre temas hispano-moriscos que le encargó Raül Roviralta para su finca de Santa Clotilde de Lloret de Mar (1933), etc. Destaca sobre todo el Salón de las Crónicas del Ayuntamiento de Barcelona (1929), llamado así porque el artista se inspiró en las gestas de los catalanes en Oriente descritas en las crónicas de Ramón Muntaner y Bernat Desclot; está formado por doce escenas sobre la historia de los almogávares, de carácter monumental, con un marcado estilo mediterranista.

Fuera de Cataluña, Sert pintó el comedor de los marqueses de Salamanca en Madrid (1920), el tocador de la reina Victoria Eugenia en el Palacio de la Magdalena en Santander, el oratorio del Palacio de Liria de los duques de Alba en Madrid (1932) y los muros del antiguo convento de San Telmo en San Sebastián (1934), destinado a museo y que el artista decoró con temas alusivos a la historia de esa región. Asimismo, el financiero March encargó a Sert la ornamentación de su residencia madrileña (1942) y de su palacio de Palma de Mallorca (1944).